Con un atuendo de tigre, el pequeño Sebastián Fontalvo Torres ya tiene a la Casa del Carnaval como su patio de juegos durante esta época del año.

El tierno niño con sus ojos vivaces se roba la atención y las miradas de los visitantes que llegan a la sede de la fiesta. Lo que muchos desconocen es que menor será el heredero en quinta generación de una de las danzas más antiguas del Carnaval de Barranquilla: El Torito Ribereño.

“Las entregas de mando se dan en la danza porque Sebastián hace parte de mi sangre directa de los Fontalvo y este niño me inspira a lo que yo quiero: que la danza sea en un futuro por eso quiero que él sea director de esta tradición. A través de él vemos a su tatarabuelo, a su bisabuelo, a su tío y ahora mi persona”, dijo a Zona Cero, Alfonso Fontalvo, director de la danza de El Torito.

Además de Sebastián, Alfonso ya cuenta otros tres nietos más, pero considera que el pequeño nació con la “chispa” que necesita la danza y el Carnaval. “Este es el propio”, señala el maestro carnavalero.

El abuelo le puso el ojo encima al infante cuando comenzó a darse cuenta que en vez juguetes, Sebastián prefería un tambor. “Desde que nació él me inspiró.  Cuando estaba pequeño comenzó a tener facultades para tocar el tambor, para lucir el vestuario y hasta toca la guacharaca”.

El pequeño habla con desparpajo sobre la herencia que va a recibir. “Que siga el Torito por años y mi disfraz es de tigre pero tengo otros de Congo y de Toro”, comentó con una sonrisa.

El pasado domingo, esta danza ancestral cumplió su aniversario número 140 y lo festejaron a lo grande en su sede. “La danza celebró 140 años de fundada, que son 140 carnavales y no es que ningún momento lo hayamos dejado de hacer, porque esto de la danza son 140 años ininterrumpidos portando la tradición”.

Fontalvo evocó que el Torito fue creado por jóvenes en San Roque que querían sacar otro grupo aparte del Toro Grande y así fue que comenzó el Torito Ribereño. 

Sobre la historia del grupo, Fontalvo recordó los inicios de El Torito. “La danza se fundó en el Barrio Arriba, que hoy viene siendo San Roque y allí permanece todavía con descendientes de su fundador que hemos sido 4 directores o sea 4 generaciones y ahora con Sebastián vamos a la quinta generación”, resaltó.

El fundador fue Elías Fontalvo Jiménez, abuelo de Alfonso y de allí pasó en 1930 al tío de Alfonso, Campo Elías y en 1962, la entrega al padre de Alfonso, Marco Fontalvo. Alfonso la recibió en la década de los 70 y la mantiene hasta la actualidad.

En la sede que es una casa museo, los visitantes pueden ver el sable que usó el fundador de la danza, Elías Fontalvo Jiménez, cuando hizo parte de la Guerra de los Mil Días y el tambor original con que la danza se fundó. “Este tambor junto a la máscara simbólica cumplieron 140 años”, destacó.

El mes de febrero, Alfonso llega a sus 76 años y su heredero Sebastián cumplirá el 31 de enero 10 años

“Vivir la danza El Torito inspira el Carnaval y durante todo el año estamos dedicados a eso para nosotros no existe otra fiesta sino el Carnaval. Los Fontalvo no conocimos un cascabel, no conocimos un tamborito, nosotros solo somos guacharaca, tambor y los cantos que inspira a la gente, que es lo que nosotros hemos manejado: Puro Carnaval”, concluyó Fontalvo.